Son cartuchos transparentes que están construidos de plástico ABS que pueden ser usados indefinidas veces y cuyo objetivo principal es el ahorro en consumibles de impresión. Se fabrican para casi todas las impresoras excepto para aquellas que funcionan con dos cartuchos, el de negro y el tricolor. Los cartuchos recargables los podemos dividir en dos grupos: Los que tienen chips autoreseteable que marcan el nivel de tinta a través del monitor de estado de la impresora y aquellos que no traen chips y es necesario instalarles el chip de los cartuchos originales para que sean reconocidos y puedan funcionar. Dentro del grupo de los que incorporan chip autoreseteable (ARC) los podemos dividir entre los que necesitan fuente de alimentación eléctrica externa y los que no la necesitan, los primeros llevan una pequeña pila o batería detrás del chip, inferior al tamaño de un botón que como toda batería ha de ser sustituida cuando llega a su fin. Usando dichos cartuchos, lo ideal es que tengamos a mano al menos un juego de baterías para que la pila gastada pueda ser cambiada en cualquier momento. Con respecto a los chips sin pila, no necesitan ningún tipo de mantenimiento.

Funcionamiento de los cartuchos recargables:
El proceso de resetedo para los cartuchos recargables con chips de akryson es muy sencillo, cuando la impresora avisa de que un cartucho está agotado y que debe ser sustituido, simplemente al extraerlo para recargar y volver a insertarlo ya debe de marcar como lleno, no es necesario por lo tanto apagar y encender la impresora ni usar otros dispositivos reseteadores al menos con nuestros cartuchos.

Los cartuchos recargables que se les ha instalado el chip del original, no marcan el nivel de tinta pero al ser chips originales su impresora los reconocerá como propios y podrá imprimir siempre que los cartuchos tengan tinta y que los cartuchos o los chips no estén deteriorados.
Los cartuchos recargables al igual que lo originales necesitan un punto de entrada de aire para poder trabajar por ese motivo la mayoría de ellos tienen dos agujeros, uno para la recarga del cartucho y otro para la respiración. Es esencial extraer el tapón una vez recargado ya que si está completamente cerrado, la tinta no podría fluir. Dicho taponcito juega el mismo papel que la tira adhesiva que hay que despegar a los originales cuya función es abrir un punto de respiración en el cartucho antes de ser usado.

 

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